Menos ballenas en el Mar Argentino
La ONG Greenpeace denuncia que hoy en día hay menos ballenas en el Mar Argentino por los efectos de la exploración sísmica de petróleo.
Muerte por ahogamiento, lesiones masivas, varamientos en las costas, disminución en los avistamientos de poblaciones, ausencia de grupos de cópula y de madres con crías, son apenas algunas de las consecuencias que según información recopilada por Greenpeace sufren los cetáceos en el Mar Argentino por los efectos de la exploración sísmica de petróleo.
“La biodiversidad del Mar Argentino quedó más desamparada que nunca. Según la investigación, esta actividad representa graves impactos para la fauna, lo cual ha causado una disminución notable en los avistamientos de ballenas en sus hábitats naturales. Sin embargo, a fines del año pasado se otorgaron permisos a la industria petrolera para bombardear casi toda la plataforma continental hasta el año 2025, (un millón de km2 de la superficie marina para exploración sísmica),” afirmó Luisina Vueso, Coordinadora de la campaña por la protección del Mar Argentino de Greenpeace.
El estudio sobre el caso del Golfo de San Jorge, lugar que comparten las provincias de Santa Cruz y Chubut, mostró que en esta área, durante el tiempo de actividad sísmica, en los avistamientos de ballenas se vieron menos ejemplares en su hábitats naturales, el mar argentino.
Además, en uno de los períodos hubo una reducción drástica de los grupos reproductivos y de las madres con cría, desapareciendo completamente de la zona.
Más específicamente, el informe hace referencia a la fase de prospección y posteriores donde en el año 2008, se observaron 173 ballenas en el golfo, sin embargo al año siguiente, luego de la operación sísmica, se registraron 92 y en el 2010 solo se avisataron 46 ballenas.
Según Greenpeace, la exploración sísimica genera bombardeos acústicos constantes, tan potentes como el despegue de de un cohete espacial, (el impacto cubre un área de más de 300.000 km2).
Estos estruendos provocan afecciones en el sistema físico y conductual de los cetáceos.
Desde lo conductual, las consecuencias pueden ser estrés, cambios en las vocalizaciones, desplazamiento de hábitats importantes para apareamiento o de alimentación por evitación del ruido.
Asimismo, en términos físicos, pueden sufrir lesiones masivas, muerte por ahogamiento y varamiento.
De hecho, la potencia del ruido puede provocar discapacidad auditiva. Del 36-57% de los delfines o ballenas dentadas encontrados varados o enmallados tienen una pérdida auditiva profunda.
Vos podés frenar esto. El año que viene delegados de Naciones Unidas tendrán la oportunidad histórica de acordar la creación de un Tratado Global de protección de los Océanos para lograr una red de santuarios marinos donde el hogar de las ballenas estaría a salvo de la amenaza de la pesca destructiva. Firmá esta petición para pedirle a los gobiernos del mundo que acuerden el Tratado. Completá el formulario.
Ya se juntaron más de 3 millones de firmas. Entra acá para firmar el petitorio: “Defende el Mar Argentino”
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